Llevo algún tiempo escuchando. No hablo, solo escucho. Escucho todo lo que cualquiera tenga que decir. Escucho cuando debo y cuando no, lo que debo y lo que no. Escucho siempre.
Y es que escuchando, es fácil hacerse una imagen más realista de lo que nos rodea. Veréis, escuchando he podido comprobar, que todos nosotros, somos más nuestras circunstancias, que nosotros mismos. Me explico. Nuestra información genética, lo dictamina todo, incluidos nuestros rasgos de personalidad. Seremos listos, tontos, valientes, cobardes, intuitivos, emprendedores, etc, etc… según nuestro ADN nos transmita. Esa es la teoría. Todos tenemos en la cabeza, que hemos nacido de una manera, y que somos fieles a esa personalidad innata. Nada más lejos de la realidad. Si tuviéramos que definir con un porcentaje, la influencia que nuestro entorno tiene en nuestro ser con respecto a nuestra genética, probablemente estaríamos hablando de un 90% contra un 10%.